Delhi
El vuelo a Delhi se retraso un poco y cuando llegamos el gerente de la empresa de viajes turisticos nos estaba esperando para llevarnos al centro de la ciudad donde estaba su oficina. Ya era de noche cuando salimos del aeropuerto y, aunque no teniamos ningun interes in visitar Delhi, Sonu nos fue señalando algunos lugares de interes durante el recorrido en coche como el parlamento, y la llamada ‘puerta de la India’ que se asemeja a un arco de triunfo.
Al llegar a la oficina enseguida comenzamos a notar la peculiar forma de hacer negocios de los indios en la que hay uno en plan patriarca autoritario que ‘manda’ mucho y una caterva de empleados seguramente mal pagados y explotados que revoloteaban a su alrededor, de los cuales no sabemos cual era exactamente su funcion ademas de la de servir te a las ordenes del jefe y estar de mirones. Al jefe se le reconoce facilmente por que es el mas gordo ... Y los demas estan malnutridos.
El caso es que dejamos resuelto el contrato de un coche con conductor para tres dias y acordado el itinerario a seguir. De esta forma llegariamos a abarcar mas de Rajastan, ya que, con tan escaso tiempo, hacer uso del transporte publico era una opcion inviable.
Despues presenciamos otra faceta mas de los negocios en este pais, los regalos. El gerente saco unos paquetes de postales bastante cutres de la India, luego que si cajas de palitos de incienso con el logo de la empresa, despues una figurita de un dios barrigudo con cara de elefante … Despues regateamos el precio y lo que conseguimos fue una noche en hotel de calidad con la cena gratis para el ultimo dia del viaje.
En fin, antes de comenzar la marcha el gerente nos invito junto con sus empleados a cenar en un restaurante proximo. Nosotros no teniamos ni pizca de hambre pues habiamos cenado en el avion pero aceptamos por seguir la maxima de ‘a caballo regalado no le mires el diente’.
Eran pasadas las 11 de la noche cuando salimos de Delhi y dormimos en el coche hasta llegar a Pushkar, primer punto de visita del Rajastan.
Al llegar alli cogimos una habitacion barata para descansar en horizontal 4 horas antes de ver Pushkar.
Al llegar a la oficina enseguida comenzamos a notar la peculiar forma de hacer negocios de los indios en la que hay uno en plan patriarca autoritario que ‘manda’ mucho y una caterva de empleados seguramente mal pagados y explotados que revoloteaban a su alrededor, de los cuales no sabemos cual era exactamente su funcion ademas de la de servir te a las ordenes del jefe y estar de mirones. Al jefe se le reconoce facilmente por que es el mas gordo ... Y los demas estan malnutridos.
El caso es que dejamos resuelto el contrato de un coche con conductor para tres dias y acordado el itinerario a seguir. De esta forma llegariamos a abarcar mas de Rajastan, ya que, con tan escaso tiempo, hacer uso del transporte publico era una opcion inviable.
Despues presenciamos otra faceta mas de los negocios en este pais, los regalos. El gerente saco unos paquetes de postales bastante cutres de la India, luego que si cajas de palitos de incienso con el logo de la empresa, despues una figurita de un dios barrigudo con cara de elefante … Despues regateamos el precio y lo que conseguimos fue una noche en hotel de calidad con la cena gratis para el ultimo dia del viaje.
En fin, antes de comenzar la marcha el gerente nos invito junto con sus empleados a cenar en un restaurante proximo. Nosotros no teniamos ni pizca de hambre pues habiamos cenado en el avion pero aceptamos por seguir la maxima de ‘a caballo regalado no le mires el diente’.
Eran pasadas las 11 de la noche cuando salimos de Delhi y dormimos en el coche hasta llegar a Pushkar, primer punto de visita del Rajastan.
Al llegar alli cogimos una habitacion barata para descansar en horizontal 4 horas antes de ver Pushkar.
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