Jaipur

La carretera hasta Jaipur estaba mejor porque no estaba en obras. Era de un solo carril pero por lo menos no habia tanto trafico de camiones. Al llegar a Jaipur lo primero fue ir al hotel para dejar las maletas y para que el conductor pidiera prestada una camisa azul. Por lo visto todos los chofer en Jaipur tienen que ir vestidos de ese color. Una ley extraña y encima son estrictos al cumplirla ... nos dejo muy sorprendidos.

El conductor insistio en llevarnos a ver el fuerte "amber". No estabamos convencidos pero alla que fuimos y ... vaya si merecio la pena. Dentro habia un palacio que era chulo, aunque viniendo de Bundi no nos sorprendio tanto, pero las murallas son "enormes". Circundan todo el valle, suben y bajan por las colinas y en lo alto de una de ellas hay un castillo enorme, que no pudimos sacar bien porque estaba a contraluz. No hemos sido capaces de encontrar por ningun lado datos sobre el tamaño de las murallas, pero es de lo mas espectacular que hemos visto.



Despues fuimos a la ciudad de Jaipur propiamente dicha y dimos un paseo. Se la conoce como la ciudad rosa porque los materiales que utilizaron para construirla eran de ese color, pero desafortunadamente hoy por hoy han pintarrageado toda la nueva muralla y todos los edificios mas emblematicos, lo que le hace perder 'mucho' caracter.

Un ejemplo de edificio que ha sufrido este trato es el 'Hawa Mahal' aunque todavia se puede admirar su originalidad.


Desafortunadamente la zona en la que estan este y otros edificios importantes esta lleno de tiendas muy abigarradas con unos dueños pesadisimos que se comportan con toda la falta de respeto del que cree que aunque seas borde con un turista da igual porque seguro que vienen mas. Esta actitud parece molestar a todos los visitantes como pudimos comprobar con un sueco y unos canadienses que encontramos por el camino. La escena la completa un trafico que es de lo mas caotico que hemos visto en la India ... y ya es decir.

Al oscurecer volvimos al hotel que habiamos conseguido por la patilla a base de regatear a los de la agencia. Cuando fuimos a dejar las maletas nos dimos cuenta de que la bañera estaba sucia y acordaron en limpiarla. Pero cuando volvimos seguia habiendo agua negra en la bañera, y como no estabamos por la labor de ducharnos con chancletas en un hotel de 4 estrellas volvimos a quejarnos. Volvieron a llamar al chaval que lo limpia y esta vez nos dimos cuenta de lo que ocurria. El chaval que andaba todo el dia descalzo por esos mundos de Dios, se metia dentro de la bañera para limpiarla, con lo que se quedaba todo igual. El problema de la India es que estan tan acostumbrados a la mugre que en los hoteles no saben lo que esta limpio y lo que no, porque nunca lo han visto. Y si no tienen supervision de alguien que no es indio te encuentras estas lamentables escenas.

Despues nos fuimos al restaurante a disfrutar de la cena que tambien habiamos conseguido como regalo al regatear a los de la agencia. Tuvimos la suerte de que habia una actuacion de folklore de Rajastan que no estuvo mal, y despues nos fuimos a la cama a disfrutar de nuestro merecido descanso. Madrugamos y tras 4 horas llegamos al aeropuerto amen de superar todo el trafico de camiones en la autopista a 40 km por hora y algun que otro tractor a 20 km por hora.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las moscas australianas

Sola alrededor del mundo

Las gaviotas de Sydney