Sapa
Descubrimos que habia autobuses cama para volver a Hanoi, lo cual parecia una buena alternativa al tener que ir a Danang para coger alli el tren. Fue razonablemente comodo, aunque nos toco en el autobus a 3 chavales con las hormonas saliendoles por las orejas y tardaron un rato en tranquilizarse. El precio merecio la pena tambien. Eran 14 dolares por el trayecto entero frente a los 30 que costaba el tren desde Hue.
El dia lo pasamos paseando por el barrio viejo de Hanoi, hasta que nos llego la hora del tren nocturno hacia Sapa. Nuestras experiencias en Hanoi ya os la contaremos otro dia todas juntas. El tren nocturno iba a Lai Cai y de alli un minibus nos llevaba a Sapa.
Habiamos escuchado muchas cosas buenas de Sapa, pero tambien una cosa mala, el frio. Y esa fue la primera sensacion que tuvimos en Sapa, el frio de la madrugada y el frio de la habitacion. El hotel era de muy buena calidad, pero la falta de calefaccion central es un problemita en esa region. En vez de eso habia buenos braseros en el comedor y una gran manta electrica en la cama.
Tras descansar una horita y darnos una ducha, bajamos a desayunar. Despues hicimos algo muy sabio ... alquilar unas botas katiuskas. No sabiamos a ciencia cierta como iba a estar el terreno por el que nos iban a llevar de excursion, pero hoy os lo podemos desvelar ... era un "soberano barrizal". Osea, que las botas alquiladas nos vinieron de perlas.
El entorno era precioso. Es una zona de alta montaña, de ahi el frio, y las laderas del valle estan plagadas de terrazas de arroz. Una lastima que el primer dia la niebla fuera mas bien intensa lo que deslucio las fotos panoramicas. Sin embargo, la niebla le dio un toque especial a otras fotos.
Por esta foto empezareis a ver que el atractivo de Sapa no son solamente sus paisajes, si no tambien la multitud de tribus que pueblan esta region. Aqui la gente no se parece fisiologicamente a los vietnamitas, mas bien parecen emparentados con los tibetanos.
Las mujeres van vestidas con sus trajes tipicos, que dependen de la tribu. La riqueza cultural aqui es muy grande. Es muy tipico que un mismo pueblo o valle haya varias tribus diferentes, cada una de ellas con su propia lengua y con sus diferentes trajes ... Se junto con nosotros un grupo de niñas que nos hicieron de guias y nos salvaron de alguna otra culada ya que el terreno era bastante empinado y resbaladizo.
En nuestro grupo de 6 tambien habia otras 3 chicas de Madrid y una chica australiana. Hicimos buenas migas y lo pasamos en grande.
Al final llegamos al pueblecito que era nuestro destino, era muy pintoresco con su molino, su cascada de agua, ....
Despues de comer y descansar un rato en el hotel fuimos a dar una vuelta por Sapa. El mercado fue entretenido. Era muy autentico. Esto chocaba con el aspecto general de Sapa, que en algunas partes recordaba a un centro de esqui de montaña como Formigal.
Despues de cenar nos pusimos los 5 españoles a charlar alrededor de las brasas hasta que no quedo nadie mas en el comedor.
La excursion del dia siguiente nos llevaba a otros 2 pueblos y comiamos en uno de ellos. Nos volvimos a calzar las katiuskas y a patear Sapa.
El dia estuvo nublado, pero por lo menos no hubo niebla y con la mejora de la visibilidad llego el paisaje escpectacular.
Tuvimos la oportunidad de visitar por dentro alguna casa del pueblo. Y por el camino nos encontramos con mas tribus diferentes ... como os decimos, cada una con su indumentaria particular.
Nos recogio un minibus, para llevarnos de vuelta al hotel. Recogimos nuestras cosas y la cena empaquetada para el tren nocturno a Hanoi
El dia lo pasamos paseando por el barrio viejo de Hanoi, hasta que nos llego la hora del tren nocturno hacia Sapa. Nuestras experiencias en Hanoi ya os la contaremos otro dia todas juntas. El tren nocturno iba a Lai Cai y de alli un minibus nos llevaba a Sapa.
Habiamos escuchado muchas cosas buenas de Sapa, pero tambien una cosa mala, el frio. Y esa fue la primera sensacion que tuvimos en Sapa, el frio de la madrugada y el frio de la habitacion. El hotel era de muy buena calidad, pero la falta de calefaccion central es un problemita en esa region. En vez de eso habia buenos braseros en el comedor y una gran manta electrica en la cama.
Tras descansar una horita y darnos una ducha, bajamos a desayunar. Despues hicimos algo muy sabio ... alquilar unas botas katiuskas. No sabiamos a ciencia cierta como iba a estar el terreno por el que nos iban a llevar de excursion, pero hoy os lo podemos desvelar ... era un "soberano barrizal". Osea, que las botas alquiladas nos vinieron de perlas.
El entorno era precioso. Es una zona de alta montaña, de ahi el frio, y las laderas del valle estan plagadas de terrazas de arroz. Una lastima que el primer dia la niebla fuera mas bien intensa lo que deslucio las fotos panoramicas. Sin embargo, la niebla le dio un toque especial a otras fotos.
Por esta foto empezareis a ver que el atractivo de Sapa no son solamente sus paisajes, si no tambien la multitud de tribus que pueblan esta region. Aqui la gente no se parece fisiologicamente a los vietnamitas, mas bien parecen emparentados con los tibetanos.
Las mujeres van vestidas con sus trajes tipicos, que dependen de la tribu. La riqueza cultural aqui es muy grande. Es muy tipico que un mismo pueblo o valle haya varias tribus diferentes, cada una de ellas con su propia lengua y con sus diferentes trajes ... Se junto con nosotros un grupo de niñas que nos hicieron de guias y nos salvaron de alguna otra culada ya que el terreno era bastante empinado y resbaladizo.
En nuestro grupo de 6 tambien habia otras 3 chicas de Madrid y una chica australiana. Hicimos buenas migas y lo pasamos en grande.
Al final llegamos al pueblecito que era nuestro destino, era muy pintoresco con su molino, su cascada de agua, ....
Despues de comer y descansar un rato en el hotel fuimos a dar una vuelta por Sapa. El mercado fue entretenido. Era muy autentico. Esto chocaba con el aspecto general de Sapa, que en algunas partes recordaba a un centro de esqui de montaña como Formigal.
Despues de cenar nos pusimos los 5 españoles a charlar alrededor de las brasas hasta que no quedo nadie mas en el comedor.
La excursion del dia siguiente nos llevaba a otros 2 pueblos y comiamos en uno de ellos. Nos volvimos a calzar las katiuskas y a patear Sapa.
El dia estuvo nublado, pero por lo menos no hubo niebla y con la mejora de la visibilidad llego el paisaje escpectacular.
Tuvimos la oportunidad de visitar por dentro alguna casa del pueblo. Y por el camino nos encontramos con mas tribus diferentes ... como os decimos, cada una con su indumentaria particular.
Nos recogio un minibus, para llevarnos de vuelta al hotel. Recogimos nuestras cosas y la cena empaquetada para el tren nocturno a Hanoi
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