Hoi An
Vietnam no ha sido nunca un pais que se caracterizara por su arquitectura, pero de cualquier modo, la mayor parte de lo que habian construido durante toda su historia desaparecio durante la guerra del Vietnam, que ellos llaman "la guerra de la resistencia". Una excepcion muy notable es Hoi An, que se conservo muy bien y gracias a ello esta inscrita en la lista de la Unesco.
Hoi An esta fuera de la ruta que sigue el tren hacia Saigon, asique para llegar hasta alli cogimos un autobus desde Hue. El trayecto es relativamente corto, y se pasa por un tunel que va por debajo de una gran masa montañosa que es la culpable de que el tiempo siempre sea tan miserable en Hue. De hecho al salir por el tunel la carretera estaba seca, aunque el cielo seguia igual de gris.
El autobus paro en un hotel con el que habia una promocion. Tras ver la habitacion por dentro decidimos quedarnos. Era el hotel "An Phu" y acabamos pagando 10 dolares americanos por una señora habitacion. El hotel tenia piscina y todo. Una joya por menos de 7 euros.
Salimos a dar una vuelta a ver la parte historica y a cenar algo. Habiamos salido sin nuestros ponchos de plastico, porque llevaba un rato seco, pero se lio a llover y tuvimos que escoger un restaurante a toda prisa. La eleccion no nos gusto. Era muy turistico y no hubo buen rollo.
Cuando volvimos al hotel decidimos archivar las sandalias de piel hasta nueva orden, porque con tanta lluvia, no se terminaban de secar y estaban empezando a oler. Las lavamos y las secamos con el secador de pelo del hotel. A la mañana siguiente salimos con nuestras chancletas de goma, como hacen los de alli. Ya sabeis, "alli donde fueres ..."
Fuimos al mercado a ver el ambiente y a desayunar con todos los paisanos. En el mercado casi todo son señoras, con tu traje tipico y con su sombrero conico de paja, y son la risa ... pero ya hablaremos de ellas otro dia. Aqui podeis ver a dos negociando con pescado.
Ademas de los puestos de fruta, verdura, carne y pescado, habia unos 8 restaurantes, por llamarlos de alguna manera, cada uno especializado en un plato tipico. Asi estuvimos saltando de un puesto a otro, probando de todo, regateando con todas las señoras y riendonos a manta.
La experiencia del mercado fue buenisima, tanto que decidimos volver al dia siguiente. En el ultimo puesto en el que decidimos tomarnos un cafe y unos dulces tipicos, estuvimos hablando con una paisana que nos conto que el año que viene lo sustituiran por un edificio mas mderno. Es una lastima porque puede que pierda parte de su sabor, aunque la señoras seguiran siendo las mismas, y ellas son un buen porcentaje del espectaculo.
Es muy agradable pasear por "Hoi An", que en Español es conocida como "Faifo". Las autoridades han cerrado al trafico buena parte de la ciudad vieja. Hay una gran coleccion de casas tienda chinas que se alternan con casas de la epoca colonial.
Otra atraccion es el puente japones, que fue construido por la colonia japonesa en el siglo XVII. Tiene la particularidad de que esta cubierto ... supongo que eso induce a pensar que por aquel entonces ya llovia tanto como hoy.
Ademas estan las multiples salas de reuniones de la comunidad china, que si la de Canton, la Fukian, ...
Esos dias nos aficionamos al Cao Lau, que es un tipico plato de Hoi An, a base de tallarines. Pero tambien nos gustaron otros como las rosas blancas (white roses) y los wonton.
Eso si, no volvimos a sentarnos en ningun restaurante. Nos parecio mejor el comer en los puestos de la calle. En varias ocasiones de las que compartimos mesa (por llamarla de alguna manera) con Vietnamitas, terminamos charlando con ellos. El mejor caso fue, con una parejita de Saigon que estaban de luna de miel alli, y despues del consabido Cao Lau nos fuimos juntos a una cafeteria a charlar un rato.
Otra de las atracciones de Hoi An son los sastres. Hay muchisimas tiendas donde tu eliges la tela y el modelo y te hacen ropa a medida. Marisa no quiso hacerse nada, pero Alberto aprovecho para hacerse 4 camisas para el traje, al modico precio de 12 dolares cada uno, osea unos 9 euros por camisa
Hoi An esta fuera de la ruta que sigue el tren hacia Saigon, asique para llegar hasta alli cogimos un autobus desde Hue. El trayecto es relativamente corto, y se pasa por un tunel que va por debajo de una gran masa montañosa que es la culpable de que el tiempo siempre sea tan miserable en Hue. De hecho al salir por el tunel la carretera estaba seca, aunque el cielo seguia igual de gris.
El autobus paro en un hotel con el que habia una promocion. Tras ver la habitacion por dentro decidimos quedarnos. Era el hotel "An Phu" y acabamos pagando 10 dolares americanos por una señora habitacion. El hotel tenia piscina y todo. Una joya por menos de 7 euros.
Salimos a dar una vuelta a ver la parte historica y a cenar algo. Habiamos salido sin nuestros ponchos de plastico, porque llevaba un rato seco, pero se lio a llover y tuvimos que escoger un restaurante a toda prisa. La eleccion no nos gusto. Era muy turistico y no hubo buen rollo.
Cuando volvimos al hotel decidimos archivar las sandalias de piel hasta nueva orden, porque con tanta lluvia, no se terminaban de secar y estaban empezando a oler. Las lavamos y las secamos con el secador de pelo del hotel. A la mañana siguiente salimos con nuestras chancletas de goma, como hacen los de alli. Ya sabeis, "alli donde fueres ..."
Fuimos al mercado a ver el ambiente y a desayunar con todos los paisanos. En el mercado casi todo son señoras, con tu traje tipico y con su sombrero conico de paja, y son la risa ... pero ya hablaremos de ellas otro dia. Aqui podeis ver a dos negociando con pescado.
Ademas de los puestos de fruta, verdura, carne y pescado, habia unos 8 restaurantes, por llamarlos de alguna manera, cada uno especializado en un plato tipico. Asi estuvimos saltando de un puesto a otro, probando de todo, regateando con todas las señoras y riendonos a manta.
La experiencia del mercado fue buenisima, tanto que decidimos volver al dia siguiente. En el ultimo puesto en el que decidimos tomarnos un cafe y unos dulces tipicos, estuvimos hablando con una paisana que nos conto que el año que viene lo sustituiran por un edificio mas mderno. Es una lastima porque puede que pierda parte de su sabor, aunque la señoras seguiran siendo las mismas, y ellas son un buen porcentaje del espectaculo.
Es muy agradable pasear por "Hoi An", que en Español es conocida como "Faifo". Las autoridades han cerrado al trafico buena parte de la ciudad vieja. Hay una gran coleccion de casas tienda chinas que se alternan con casas de la epoca colonial.
Otra atraccion es el puente japones, que fue construido por la colonia japonesa en el siglo XVII. Tiene la particularidad de que esta cubierto ... supongo que eso induce a pensar que por aquel entonces ya llovia tanto como hoy.
Ademas estan las multiples salas de reuniones de la comunidad china, que si la de Canton, la Fukian, ...
Esos dias nos aficionamos al Cao Lau, que es un tipico plato de Hoi An, a base de tallarines. Pero tambien nos gustaron otros como las rosas blancas (white roses) y los wonton.
Eso si, no volvimos a sentarnos en ningun restaurante. Nos parecio mejor el comer en los puestos de la calle. En varias ocasiones de las que compartimos mesa (por llamarla de alguna manera) con Vietnamitas, terminamos charlando con ellos. El mejor caso fue, con una parejita de Saigon que estaban de luna de miel alli, y despues del consabido Cao Lau nos fuimos juntos a una cafeteria a charlar un rato.
Otra de las atracciones de Hoi An son los sastres. Hay muchisimas tiendas donde tu eliges la tela y el modelo y te hacen ropa a medida. Marisa no quiso hacerse nada, pero Alberto aprovecho para hacerse 4 camisas para el traje, al modico precio de 12 dolares cada uno, osea unos 9 euros por camisa
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