El arte de cortar piña

En un sitio como Angkor, al ser tan turistico, es normal que traten de presionar un poco para venderte postales, guias, comida, bebida, ... Una cosa graciosa de Angkor es que en muchos sitios tienen puestos unos alambres en el suelo, que delimita hasta donde pueden acercarse los vendedores ... y lo respetan. Asi que cuando vas en la bici, es muy tipico que te ofrezcan esto o lo otro, pero incluso cuando algo te interesa es el turista el que tiene que acercarse hasta la vendedora (son casi siempre mujeres). Ellas hacen gestos y a veces equilibrios, estirando los brazos hacia el cliente porque no pueden pasar del alambre.

Por todo el parque hay muchas señoras vendiendo fruta. Algunas incluso tienen las piñas y los mangos dentro de una neverita. Es indescriptible el comerse una piña de las super maduras fresquita recien sacada de la nevera y recien pelada. Una piña por cabeza es la proporcion que os recomendamos ... o lo que es lo mismo 60 centimos de euro por cabeza.

El preparla es todo un arte. Aqui teneis hoy a la señora a la que nosotros le comprabamos, demostrando como se hace. Os llamaran la atencion los cortes espirales que hacen para poder quitar los oyuelos. Fijaros en que en ningun momento toca la pulpa con la mano.


Por cierto el pitido de fondo son miles de cigarras sonando al mismo tiempo.

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