Sydney
Hay que hacerle justicia a Irlanda. Es un pais en general bastante oscuro, excepto en primavera que tiene un monton de horas de luz. Llueve mucho, aunque raramente lo hace con fuerza, pero cuando se conjura con el viento, lo cual sucede muy a menudo, hace que sea muy molesto. Pero hay que admitir que Limerick no es excesivamente frio. Melbourne por contra a pesar de ser muy seco, es muy frio. El viento sopla casi todos los dias, y por venir del polo sur su temperatura es muy fria. Eso hace que la ciudad sea muy desapacible, sobre todo comparada con otras ciudades de este pais.
Asi que el dia que amanecimos en la habitacion con 12 grados y medio supimos que era el momento de contemplar otras alternativas.
Algunos conoceis ya a nuestro amigo Virgilio. El vive en Sydney y al explicarle un dia nuestra situacion empezo a torturarnos con un mensaje diario en el que ademas de decirnos la temperatura que hacia por alli, nos informaba de la actividad en la que se habia afanado ese dia: surf, barbacoa, playita, golf, vela ... Captamos la indirecta y despues del examen de Marisa fuimos a visitarle.
El primer dia no pudo ser mas eloquente. El sol era radiante y contrastaba con el frio atroz que habiamos dejado atras en Melbourne. Para rematarlo el bueno de Virgilio nos llevo de pic-nic a un sitio fantastico con vistas a la bahia, al centro de la ciudad y la opera.
Al dia siguiente estuvimos paseando por la zona de la opera, y hay que admitir que es muy espectacular.
El tercer dia aparecio la lluvia. Era un chirimiri sin viento, como el legendario que conocimos en Bilbao cuando eramos mas canijos. Con el paraguas se sobrellevaba muy bien, y lo mas importante ... podiamos andar en pantalon corto y chancletas.
En esto Alberto hizo una entrevista con una agencia de colocacion y supo que no habria manera de hacer otra hasta despues de Navidad. Fue entonces cuando nos metimos en una agencia de viajes y vimos el precio de los billetes para Tailandia. Con los recientes problemas en Bangkok y la caida del dolar australiano, eran una ganga. La decision fue obvia ... pasariamos las Navidades por alli. Empezaremos a contaros el viaje a partir de la semana que viene a razon de dos articulos por semana para que podais seguirnos sin tanto agobio.
La noche antes de salir para Tailandia, Vir nos llevo a una fiesta que se daba en un local de la playa Bondi, que es una de las famosas de Australia. Podriamos decir que era una fiesta benefica que habian organizado los surferos locales. El proposito era recaudar fondos para ayudar a combatir la Malaria en las zonas de paises exoticos a las que ellos suelen ir a coger olas. La mayor atraccion fue un concierto de una banda de reggae, con 10 musicos de lo mas pintoresco que sonaba de maravilla. La guinda de la banda sin duda era el cantante que rondaria tranquilamente los 65. Pero a los tres nos llamo la atencion el del trombon. Alberto estaba pensando en que el tio tenia pinta de vasco abertzale y manda narices venir tan lejos para ver uno, cuando Marisa dijo se acerco y susurro que se parecia al de los "Duncan Dhu". Unos minutos mas tarde Vir volvio de la barra con las cervezas y nos dijo a los dos:
Hostias ! oye ese tio parece de Bilbao !
Asi que el dia que amanecimos en la habitacion con 12 grados y medio supimos que era el momento de contemplar otras alternativas.
Algunos conoceis ya a nuestro amigo Virgilio. El vive en Sydney y al explicarle un dia nuestra situacion empezo a torturarnos con un mensaje diario en el que ademas de decirnos la temperatura que hacia por alli, nos informaba de la actividad en la que se habia afanado ese dia: surf, barbacoa, playita, golf, vela ... Captamos la indirecta y despues del examen de Marisa fuimos a visitarle.
El primer dia no pudo ser mas eloquente. El sol era radiante y contrastaba con el frio atroz que habiamos dejado atras en Melbourne. Para rematarlo el bueno de Virgilio nos llevo de pic-nic a un sitio fantastico con vistas a la bahia, al centro de la ciudad y la opera.
Al dia siguiente estuvimos paseando por la zona de la opera, y hay que admitir que es muy espectacular.
El tercer dia aparecio la lluvia. Era un chirimiri sin viento, como el legendario que conocimos en Bilbao cuando eramos mas canijos. Con el paraguas se sobrellevaba muy bien, y lo mas importante ... podiamos andar en pantalon corto y chancletas.
En esto Alberto hizo una entrevista con una agencia de colocacion y supo que no habria manera de hacer otra hasta despues de Navidad. Fue entonces cuando nos metimos en una agencia de viajes y vimos el precio de los billetes para Tailandia. Con los recientes problemas en Bangkok y la caida del dolar australiano, eran una ganga. La decision fue obvia ... pasariamos las Navidades por alli. Empezaremos a contaros el viaje a partir de la semana que viene a razon de dos articulos por semana para que podais seguirnos sin tanto agobio.
La noche antes de salir para Tailandia, Vir nos llevo a una fiesta que se daba en un local de la playa Bondi, que es una de las famosas de Australia. Podriamos decir que era una fiesta benefica que habian organizado los surferos locales. El proposito era recaudar fondos para ayudar a combatir la Malaria en las zonas de paises exoticos a las que ellos suelen ir a coger olas. La mayor atraccion fue un concierto de una banda de reggae, con 10 musicos de lo mas pintoresco que sonaba de maravilla. La guinda de la banda sin duda era el cantante que rondaria tranquilamente los 65. Pero a los tres nos llamo la atencion el del trombon. Alberto estaba pensando en que el tio tenia pinta de vasco abertzale y manda narices venir tan lejos para ver uno, cuando Marisa dijo se acerco y susurro que se parecia al de los "Duncan Dhu". Unos minutos mas tarde Vir volvio de la barra con las cervezas y nos dijo a los dos:
Hostias ! oye ese tio parece de Bilbao !
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